No tolero que una puta trate de agarrar mis cigarros



Me observaba fijamente a los ojos, de eso estaba seguro. También observaba como cambiaba rápidamente su mirada a mis genitales. Cubiertos por un capa de algodón gracias los calzones y a una capa de mezclilla gracias a los pantalones que traía puestos.
Estaba ebria y escupía comentarios intelectuales y estúpidos sobre Bukowski.
Cambiaba el tema rápidamente a literatura de Fante y Fadanelli.
-Sabes, no se de lo que me hablas, a mi háblame de Larry Niven o de Philip k. Dick.
-Esas son ñoñerias.
En ese momento la deje de ver como una mujer intelectual y ebria para verla como a una estúpida. Con su lindo trasero y su cara de pendeja. La odie por unos momentos pero seguía escuchándola. Odie su voz desde el primer instante que observaba el miembro que traia forrado de algodón y mezclilla.
-A veces la gente habla puras pendejadas.
-Si. Fíjate que en mi escuela. ¿Sabias que estoy en el tec? ¿Verdad?
No entendió indirectas y siguió hablando de escritores malignos según ella. De un momento a otro sacó un cigarrillo de mariguano y empezó a fumarlo frente a mi.
-¿Quieres?
-No gracias. Eso es para negros o desempleados pop.
Observaba como su pequeño estomago salía silenciosamente de la blusa. Pensé en agarrarle ese pedazo de carne y tocarle una nalga. Pero su voz era idiota y su conversación también. Empezó a escupir mierda. Esa mierda sobre el uso de las drogas y especialmente del peyote y la mezcalina.
-Ya me voy –dije
-¿Por qué?
-Tengo chorro desde hace dos semanas y no paro de ir al baño.
Se quedo callada y viéndome con asco. Metió su pedazo de carne dentro de la playera y coloco su mano en mi bolsillo, tocando los cigarros. Como tratando de tocarlos y pedir uno.
Estaba furioso.
-Mira cabrona. Tolero muchas cosas, tolero las malas platicas es mas que fumen mariguana en mi auto pero que una puta trate de agarrar mis cigarros no.
-Pues que mamo...
Agarre el seguro para volante y le metí un golpe en el estomago. Empezó a llorar.
-Me sacaste el aire pendejo.
-Sabes, me puedes decir pendejo, pero no tolero que una pinche vieja pura como tu trate de agarrar mis cigarros sin decirme algo como “¿me regalas un cigarro por favor?”
Salió del carro enojada y con lagrimas en sus mejillas.
Ella no entiende de respeto. Aboga por el derecho de las mujeres y repudia la violación pero no tiene educación para pedirme un cigarro.