Vampiros en el D.F. (parte I)

El D.F. no era una buena ciudad para vivir, menos para ser un vampiro. El se llamaba claudio y trabajaba de mesero en un restaurante extranjero de comida rápida. Ya no podía ser un mesero –talvez eso le gustaba de ser vampiro–, no tenia novia ni esposa. No mantenía a nadie y eso no le causaba problemas con eso de ser un vampiro.
Se convirtió en vampiro después de que algún hijo de puta había convertido en vampiro a una rata que justamente pasaba por la cañería del restaurante y ésta mordió a Claudio. Una manera estúpida de convertirse en ese ente tan solitario y nocturno.
Claudio no conocía a ningún vampiro, para él todo eso era una simple leyenda, pero nunca imagino que algún día le sucedería. Es mas, nunca pensó en ser darketo, ni nada de eso. Su personalidad era de un muchacho normal de 23 años, soltero. Siempre estaba vestido con su atuendo de mesero de comida rápida, su complexión era delgada y alta, pero predominaba una panza de bebedor compulsivo de cerveza. Lo peor... el no bebía ni fumaba, el dinero que ganaba era suficiente para sus artículos de pornografía, para pagar la renta, comida y algo de ropa. Sus gustos musicales era eclécticos o mejor dicho, comerciales. Su vida no estaba definida, no tenia un objeto de adoración, ni nada que lo hiciera una persona especial.
Ahora era un vampiro y era mas feo que de costumbre.
El comenzó un diario, el dia que se hizo vampiro y el escribia lo que le pasaba y sucedia desde su primer dia como vampiro.

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