martes, enero 18, 2005

Casos de la vida real

Cuando me hablan de Frank Miller estalla en mi una excitación grandiosa. Talvez es por su estilo de guión o las formas en que maneja las viñetas. De los mejores creadores de comic, pero el hijo de perra que me preguntó por el no merecía respuesta alguna.

-Hola soy un hacker –me dijo el muy pendejo que se hacia llamar loneranger. El sabia que yo estuve un rato en las andadas. Ahora daba clases de computación en una escuela que daba frente a burger king. Ya no sabia nada de lo que había aprendido en la red. Desde como desvalijar autos y hacer drogas caseras, hasta crear une xploit capas de tirar la seguridad de una dependencia de gobierno.
-Eres puto –dije tomando mis comics de Frank Miller con el brazo derecho.
-No en serio. Estoy trabajando en gobierno para la ***. ¿No te gustaría entrarle? –cuando el loneranger me dijo eso llego a mi cabeza el fiel sentimiento de el sueño que había idealizado para morir. Un perro del gobierno que me sacara un arma y me dijera: “sabes demasiado”, mientras me disparaba en la cabeza.
-Me da miedo.
-No necesitamos gente con miedo, solo recuerda que nunca tuviste una conversación así.
Ya nunca podré morir como quise. Ahora talvez muera a causa del alcohol o de un enfisema pulmonar.