martes, diciembre 14, 2004

Todo desaparece como si fuera polvo.

Sus ojos apuntaban hacia la osa mayor, mientras el carro estaba prendido. Elisa deseo en esos momentos tener algo de musica. El silencio era su unico Cd a la mano.

No sabia donde estaba, esperaba a su novio que habia ido por algo de comer, llevaba mas de dos horas esperando y el no aparecia.

Sacó un cigarrillo y lo prendio con su encendedor blanco. El reloj marcaban las dos de las mañana, su celular no funcionaba y tenia miedo. Todo estaba oscuro, la unica luz era la de la luna y el pareja era un desierto. Con la flora de un desierto y frente a la carretera se levantaba un viejo restaurante de comida rapida.

Apagó el auto y se dirigio caminando hacia la vieja estructura del restaurante.

-¿Alguien? –grito Elisa, mientras su pequeña nariz blanca brillaba a la luz de la luna.

-Yo –y el polvo contestó.

La cabeza de Elisa cayó al suelo y se convirtió en polvo.