domingo, abril 25, 2004

Gore, Sudor y calentura: crónica de vacaciones de semana santa

Es difícil estar bien con Cristo y por un momento arreglar mi vida, si ni siquiera pude estar bien conmigo mismo. El problema no fue mi poder de voluntad, si no la enfermedad que me invadió casi las dos semanas de vacaciones.
Entre sudores e imágenes mal compuestas, tuve mis tan merecidas y esperadas vacaciones. Yo estaba feliz porque tenia pensado ir a algo llamado puente de Dios, situado en la huasteca potosina(cuando me invitaron, a mi mente llegaron imágenes ilusorias de mujeres, alcohol y mas alcohol), pero desde un principio todo fue desastre. Los primeros días trate de escribir un cuento, para mi proyecto de realizar y publicar una recopilación de cuentos de humor negro y ciencia ficción. Antes de llegar al jueves de la primera semana(la semana santa), por alguna pinche y horrible razón me dio algo parecido a la gripe. La noche del miércoles siete de abril, mi cuerpo respondió extrañamente a mis primeros días de vacaciones y... caí en cama. Odio estar en cama. Odio tener que estar todo el día acostado y esperar a que los malditos anticuerpos hagan su trabajo, porque las aspirinas solos sirven para dos cosas. La primera para sentirme protegido y la segunda... para un carajo. Odio las pastillas, odio los antihistamínicos y de alguna u otra manera odio todas esas malditas drogas para curar las enfermedades. Pero era mejor esta protegido para lo que venia después.
Entre películas gore y películas de humor negro pase mi enfermedad. Aunque mi cuerpo estuviera sudoroso y temblorino, mi mente enferma no dejaba de pedir “emociones” como las que producen las películas gore y las malas películas de catalogo en los video clubes. La primera película que vi en cama fue una película de Tarantino llamada Kill Bill, buena película, buena música, un poco aburrida pero me gusto; a mis manos llego una película llamada Bad Taste y traducida en México se le nombro como picadillo, la película era sencilla. Unos extraterrestres han llegado a nuestro planeta con el fin de utilizarnos como ganado, pero un grupo de inadaptados mentales serán la primera línea de defensa para evitar que acabemos en un combo de la fuente de sodas intergaláctica. Y algo que se me olvido decir es, que derraman litros y litros de sangre y además algunas cabezas falsas, tripas y mas tripas(como me encanta el cine mierda).
No podía fumar, estaba enfermo y talvez la bacteria que destruyo mis vacaciones se reía desde lo mas fondo de mi garganta(malditas bacterias). Almenos mi enfermedad me hizo delirar por algunos momentos y escribí un cuento sobre unos extraterrestres que estaban muertos y se dieron cuenta de ello(¡Ja!, va que vuela pa bestseller).
Es domingo, y estoy recuperado. Por alguna razón se me antojo ver la película “La pasión de Cristo”. Una buena película. Sangre, sangre y mas sangre. Buena película, nada de cursilerías ni babosadas como las películas anteriores sobre la pasión y crucifixión de Cristo.
-Antes aguantaste. Con esa infección todavía deberías de seguir en cama muriéndote de calentura –me dijo mi doctora y me dio un antibiótico. Me dijo que tenia mucha pus en la garganta. Es lunes y vuelvo al cine y pago pro ver el amanecer de los muertos... una mala película prefiero la adaptación de Romero, ese güey si la supo hacer.
El martes 13 de abril empecé(mejor dicho lo releí por segunda ve) a leer el libro llamado “El complot mongol”, una obra maestra; el jueves 15 ya estaba terminado y empecé a leer literatura gore. Se llamaba fiebre de sangre... ¡guakk! Que mal libro.
Hoy ya es diecinueve de abril y ya no estoy tan mal, pero sigo consumiendo esa porquería de antibiótico y mi garganta sigo descompuesta.